Muchas personas creen ahorrarse una buena cantidad de dinero al no pagar un proyecto arquitectónico propiamente dicho. Y digo propiamente dicho porque hay generalmente hay que pagar el desarrollo de nuestro proyecto ejecutivo que es necesario para tramitar nuestros permisos de construcción. El proyecto arquitectónico debe de ser la primer etapa, etapa en la que el propietario o inversionista quede de acuerdo con el proyecto representado en imágenes claras y entendibles de lo que será su obra.
Es muy común observar obras de gran volumen que no tienen una vista estética, obras en la que cada ampliación parece un accidente. Lo más común cuando la obra no queda funcional es derribar muros y volverlos a hacer, movimiento que nos hubiéramos ahorrado en el caso de haber planeado perfectamente nuestra obra.
El factor más importante es el valor de nuestra obra. Aquí no necesitamos explicar tanto es tan simple como el diseño de unos zapatos, podrán estar hechos de los mismos materiales pero simplemente por el diseño estamos dispuestos a pagar más. Lo mismo sucede con las obras perfectamente planeadas, se venden a mejor precio y en un tiempo más rápido.
Es preferible atrasarte uno o dos meses en el proyecto que construir una obra que no será funcional. Te recomiendo sinceramente contratar un arquitecto o un despacho de arquitectos recomendados.
Taller de diseño arquitectónico R·noba
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